Blogia
Trastos & Letras

ESPEJO

Era un acto inconsciente, muy constante. Siempre que pasaba por el gran espejo del recibidor se paraba un instante para darse un vistazo de arriba a abajo. Ni coquetería ni curiosidad, un acto reflejo sellado día a día durante años. Llegó a compenetrarse tanto con su imagen en el espejo que hasta le hablaba, bailaba delante de él, además de hacer todo tipo de retoques a su imagen hasta que se acababa pareciendo.
Curiosamente conoció a un fabricante de espejos. Le habló de la posibilidad de rescatar de ellos las imágenes capturadas en el tiempo. Le miró incredula y cambiaron de conversación. Hoy ha recibido un paquete con 11 cuadernos de fotos. Es ella desde pequeña hasta la fecha.
El espejo ha desaparecido del vestíbulo. Ahora se entretiene en su cuarto ojeando despacio las estaciones de ánimo que se agolpan en sus fotos. Y son tantas...

0 comentarios