ROMPIENDO MOLDES
ROMPIENDO MOLDES
Tengo en mi interior un volcán deshecho.
Miro su profundo cráter, y se vuelve infinito.
No es de lava, ni de azufre, ni de piedras,
Es un puro totalitarismo de penas y encuentros
.
Rezuman en el, los desheredados del tiempo,
Vuelven a la caza de brujas, de hados y duendes.
Batallan en la guerra con sus hachas, sus cotas de malla
Y sus perros sarnosos, sedientos de carne podrida y sangre.
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Se dibuja en el cielo, un semicírculo de colores muertos
Y siente aquel que se acerca, el dolor y el miedo.
Atronan los tambores, en el helado y feroz vendaval.
Luces y flases, adornan el universo en su reflejo.
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La luz muere donde acaba el horizonte del ojo
Las estrellas se refugian pertinaces tras la techumbre,
Ni mis suspiros, ni mis llamadas, escuchan ni oyen
Es llegado el momento para el silencio. .
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Cuando escupe, salen sierpes, sapos y excrementos.
El alma aterida, reclama paciencia a la lucha brutal,
Encarnizada escultura de la impaciencia rota
Revienta oídos, susurros, traiciones ciertas en corazón ajeno.
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No hay remedio, me sumerjo en su hoyo hondo
Grito al aire, nadie me oye, nadie responde
Dentro de mí, se regurgita un bronco aliento,
Soy yo, mi mundo, soy lo que soy, lo que tengo.
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