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Trastos & Letras

Ana

las voces del dolor

las voces del dolor

El delirio del deseo empaña la noche

una voz susurra en mi memoria

sus manos recorriendo mi cuerpo

una risa tatuada en el alma sangra,

no te pido piedad

sino que otro recuerdo

alivie el tormento de aquel desenfreno

ah dueles recuerdo, dueles,

afloja el cordel que anuda mi cuello

si cortas mi vida

cesaran tus tiranias en mi cuerpo

y oh...cielos, que la vida

solo por ti la quiero,

porque perdida la tengo

y te pido clemencia

no porque yo viva, no,

sino porque tu, no mueras.

Pasadas glorias, presentes penas,

de tus negros ojos y tus manos fieras

confusa entre la muerte y la guerra

me tienes suspensa,

fragil es mi naturaleza

cuando acudes a mi voz

que suplica tu ausencia

concedes breves treguas,

entre suspiros y lagrimas

alma y corazón  se pierden

nuevamente en el tiempo

¿es posible anhelar el dolor?.




no fué...

no fué...

"No fué tu amor

por no serlo,

de palomas ni

de cuervos dueño,

no pintó el mar

ni dibujo el cielo,

ni de su paleta surguío

ningun sueño..."

embrujo de luna

embrujo de luna

Embrujada en tu luz

cómo espejo templado

escucho el susurro

de un lobo llorando,

 

me embriaga tu canto

en la noche serena

recuerdo el camino

entre la maleza,

 

a la orilla del rio

 amé sin descanso

tus labios dormidos

tu cuerpo ajado,

 

acariciada en tu brisa

senti mi locura

noche tras noche

envuelta en tu furia,

 

susurrabas a mi oido

eres mi luna

y embrujada en tu luz

vaga mi tortura.

 

 

 

 

 

hoy...volví al infierno.

hoy...volví al infierno.

 

hoy...volví al infierno


Con irónico silencio, en sigilo y lentamente,  hoy volví a pisar firmemente, la antesala del infierno. Esperaban mi regreso entre negras flautas que cantaban, melodías mortecinas al compas, las puertas abiertas del abismo reconocieron mi alma.
Empujaronme entre carcajadas de placer, y mis ojos se cerraron por no ver al fuego abrasador, que sigue quemando sin apaciguar su sed.
Mis miembros inertes, sin fuerza, sin aplomo, dejaronsé llevar al Fausto trono, emergieron salamandras acunando en su orgia al rey de la ironía,
Y mis ojos, en plena quietud, desbordaron manantiales de lava encarnecida.

 

desgarrada...

desgarrada...

 

desgarraba la nube

Desgarraba la nube el arco iris
Brillando en el cielo, mi corazón
Latía atónito y disperso, tarde
Cómo aquella , río lento de sombra
Cristalina. ¡Hay un alma entre sus
Ondas!, tú lo sabrás sueño de aroma,
Y luego... ¡nada! rencor, andrajos,
Roto en tu espejo está el arco iris
Y vuelto ya de espaldas a la vida...
Cayó desgarrada la nube.

 

 

EL REFLEJO

EL REFLEJO

 

                          EL REFLEJO

 

¡Han pasado tantos años desde la última vez que entró en el jardín!, que hermoso era pasear entre los rosales, sentir el perfume de los lirios, jugar en el laberinto de arbustos para por fin llegar a la escalinata de la mansión.

Tenían prohibido entrar en el recinto pero no podían resistirse al peligro, la recompensa al final valía la pena.

Aquella tarde de verano llovía con gratitud y era extremadamente peligroso escalar el gran muro de piedra pero el jardín clamaba a voz en grito a las jóvenes muchachas que un día mas rompieran las reglas y recorrieran sus límites.

-¡Rebeca ten cuidado resbala mucho, coge mi mano!,

-las manos de ambas muchachas se unieron en u n esfuerzo a la vez que un gran relámpago desgarró el cielo atormentado de nubes.

-Casi no lo consigo y hoy es el día, no podemos perdernos el acontecimiento.- Julia rebosaba de alegría y su rostro era el vivo reflejo de una aventurera en pleno descubrimiento, pero no era la primera vez que eran participes en la gran mansión, solo ellas dos habían sido aceptadas, aquello sirvió para separarlas del grupo. Hacía meses que ya no quedaban con los compañeros de universidad para tomar algo, o para charlar sobre las clases, se habían ido distanciando hasta el punto de perder muchas de las clases.

-Vamos Rebeca no podemos llegar tarde hoy,

-Si pero precisamente tenia que ser hoy, hoy que no he dormido casi,

-no te quejes tanto que siempre le pones impedimentos a todo, se dijo hoy pues que más da, además no te parece excitante vamos a poder ver que hay dentro…,

-desde luego lo es.

Cruzaron el jardín entre lluvia y barro, pasaron el laberinto para acceder a la escalinata, la lluvia entristecía las piedras, todo era más gris.

Se abrieron las puertas y emergió el gran salón de espejos, no podían mirarse en ellos, estaba prohibido, si rompían las reglas serian expulsadas, pero Rebeca sabia que su aspecto era horrible, le había caído toda la fuerza de la tormenta encima, además el jardín estaba embarrado y sus pies junto con los bajos del vestido también

Comenzó a sentirse angustiada, no le gustaba ir sucia ni desaliñada, debía hacer algo al respecto, pero si miraba al espejo se perdería la oportunidad de verlo.

-¿Julia voy muy mal?

-Cielo, ni más ni menos que yo, a las dos nos ha caído una buena encima, y comenzaron a reír mientras atravesaban el salón.

-Ya se oía la música cada vez más cerca, pero Rebeca sentía un dolor tremendo en el pecho,

-Julia no me siento bien…

-Lo se, yo tampoco pero hemos de hacerlo, será nuestra liberación, ya nadie podrá hacernos más daño, vamos compañera haz un esfuerzo y dame la mano, entraremos las dos a la vez.

Se abrieron las puertas, y un gran espejo blanco reflejó el haz de luz del rayo de la tormenta deslumbrando a las dos mujeres, el ruido era atronador, la presión de sus pechos latía al ritmo de la música….

-¿Julia que sucede? ¿Por qué no puedo moverme tengo los brazos inmóviles, y siento un gran calor en mi cabeza, que esta sucediendo?,

-No se algo no va bien yo siento lo mismo y creo que me voy a desmayar…

Señores hemos llegado al punto crítico, hay que inyectar y llevarla a la sala de aislamiento, temo que pueda atentar contra su vida. Rebeca fue llevada a la celda de aislamiento donde las paredes acolchadas no la dejaban ver su jardín, dónde no había espejos en el que reflejarse, y dónde la música no sonaba.

 

la cara de la vida

la cara de la vida

         Tener una sola es de valientes

 

         Tener dos es multiplicar la agonía

 

         Pero no tener ninguna…

 

         Es la consecuencia viva del miedo.

 

         Un cuerpo lleno de Amor y de Ilusiones,

  

         Encuentra el infinito en cada una

 

            Que encuentra por el mundo,

 

            Y plasma besos… en cada melodía….

si me preguntan

si me preguntan

Si me preguntan cuando, como y por que

Fue tanto… que lo olvidé,

Abandone mi sosegado sueño

Para enternecer al las piedras con mi llanto,

Para que los árboles se inclinaran

Al encuentro del amor,

Y las aves me escucharon

Pero cantaron con diferente voz…

Salir lágrimas, salir corriendo.

Y estuve presa, sola… en tierra ajena,

Si osara decir mi boca

Lo que mi alma piensa,

La soledad me guiaría

A tocar su desnudez…

mujer de arena

mujer de arena

 

Dormitaba el deseo en mi lecho

Cuando en el recodo de la cama

Descubrí el lamento de tu velo.

Escondías de mi seno tu saludo

Desvelando con suspiros un deseo mortecino,

Abrigabas la esperanza de la miel de mi panal.

         Violetas, rosas y jazmín destilaban en el aire

 Llamaradas de pasión, no fue una ilusión,

El susurro de tus besos retomó mi camino

Y por sendas olvidadas recorrí tu laberinto.

Noche de verano, noche oscura,

Abrazo envuelto en una noche de locura.

Prisión abierta, destellos,

Fugaces desvelos y deseo,

…es amor o es locura…

Es la bestia sedienta que despierta

Bajo una hueca y fría luna.

 

Recuerdo (.1..)sigue..

 

Se mecía con la misma suavidad con la que el viento acariciaba su pelo el primer día que la vi. Resplandecía entre la luz del sol y las hojas de los álamos aquella mañana de primavera a lomos de su caballo, hacía ya cuarenta años y sin embargo conservaba aquella aura tan juvenil llena de inocencia y encanto. Viéndola así pérdida en su tiempo me quemaba el corazón con el mismo ardor con el que sentí su primer beso. 

Todavía me parece sentir el sabor refrescante del té  bajo las hojas de los viejos álamos que rodeaban el jardín del Café Alameda, el camino serpenteaba desde el pueblo hasta el club que distaba de tres o cuatro kilómetros de distancia, jardines y fuentes de alabastro convivían por los rincones más hermosos. Aquel día decidí pasar la tarde observando el devenir de la gente, escuchar sus comentarios, sentir el paraje, buscaba algo de inspiración para mi nuevo libro, la verdad es que hacía dos años no había escrito una sola palabra, y mi editor empezaba a abrumarme con telegramas, habia decicido no contestar las llamadas de telefono y en la recepción del hotel sólo me daban el recado, cosa a la que evidentemente hacia caso omiso.

 

 

Recuerdo (...)

El fuego crepitaba con malicia cómo si me hablara bulliciosamente, agudicé el oido y entrecerre mis parapados.

-temes una respuesta despues de tántos años y prefieres eludir la verdad?

-nooo, respondí casi en un grito ahogado. Me volvia loco pensar, recordar, indagar en la verdad, en el fondo mis sospechas siempre fueron eso, sospechas. Se abrió la puerta y apareció ella, su larga melena, sus ojos hinchados por el llanto desorbitado de cada atardecer, vestida con su túnica de hilo blanco con la mirada perdida en un tiempo al que yo no podia llegar,y sin embargo seguia siendo tan bella que dolia mirarla, de tez tan blanca como la nieve virgen, el gris de sus ojos invitaba a vivir en un cuento de hadas y de bosques perdidos, andaba descalza por el suelo de madera que gemía bajo sus pies , parecia un angel atormentado.

Y yo, allí, observándola en silencio le acerqué su mecedora y la arropé con la manta de lana, aquella...si, ’aquella manta’.

Recuerdo

Nunca entendí aquella mirada fría, ni el silencio de su sollozo que ahogaba en la almohada, desde el umbral sombrio del pasillo escuchaba cada tarde cómo se hundía en su agonia.Soñaba ante la oscuridad que la liberaba de tanta tristeza.No podia preguntarle pues sabia de antemano que no me responderia, tampoco podia acercarme, pues la puerta se cerraba bajo llave, tan sólo podia permanecer en el umbral recogido en mi propio silencio. Hacía tántos años que habia perdido la cuenta, pero allí estabamos. Las tardes pasaban lentas mirando a traves del cristal como pasaban las estaciones, como caían las hojas de los alamos en otoño, como el invierno se adueñaba del poco calor que sentian sus manos, como resurgía la vida en primavera...,seguramente aquella sería la última.


 

 

 

El otoño del crepusculo

El otoño del crepusculo

El otoño del crepúsculo atardecido por
La sombra del tímido suspiro;
Ensombrece la inerte luz apagando la
Leyenda escondida en sus entrañas, el
Aullido del viejo lobo siente su agonía y
Entristecido por su lamento vigila el
Sueño del ocaso....el frío perfil de su
Sombra enaltecida emerge en el horizonte
Amenazando a la negra Dama ¡déjame sentir
El viento acariciando mi pelo!,...,
¡Mis laderas son refugio del caminante!...
Y tu...palpitante muerte que acompañas con
fría sombra el otoño del crepúsculo,
Retírate a la oscuridad y no perturbes
mi sueño de vida, mi hora es eterna, y mi
luz en la sombra...el reflejo del Amor que
palpita en los ojos del amante...:.

 

noche oscura

La noche es cerrada

la noche es oscura

fria y huraña

como hoy mi alma

es muda.

sabor a lágrimas

Agua de sal brota a su antojo

secando un viejo camino,

un rumbo ya viejo en el ólvido

encanecido por su lamento

encontró mis perdidos pasos

con una verdad escondida,

y ahora retoma mis secos aromas,

cómo si al fín

un bello poema viviera,

recuerdo a las silenciosas sirenas

acompañar con su arpa

mis arboles caidos,

¡al oeste de mi horizonte

hay un viejo lago de sal !

y fue una tarde...

y fue una tarde...

....y fue una tarde cuando la suave brisa

Acariciaba las hojas de los álamos...

Y en su resplandor sentí el fuego inerte

Cómo hielo en la penumbra...

Susurraba el arroyo en mis pies descalzos

Anunciando el vacío de mí espacio,

Se hizo eterno el infinito canto del ocaso

Sollozaban las piedras junto con mi llanto...

Entristecido el sol...ocultó su luz...

Acompañando el gran silencio de una brisa

¡Que abrigó mi desencanto...!.

 

tarde cenicienta

tarde cenicienta

 

En una tarde cenicienta y mustia,

Destartalada estaba mi alma;

Como perro olvidado que no tiene

Huella ni olfato, desnuda está la

Tierra, y mi alma grita al horizonte

Pálido cómo loba herida que busca

Al poeta en el ocaso...; amargo es

El caminar, por que el camino pesa

En el corazón y ¡el viento helado, y

La noche que llega, y la amargura

De un camino blanco, algunos árboles

Negrean...cómo  montes lejanos...,

Hay oro y sangre en mi corazón de poeta.

 

ankhara ¿dónde estass...?

ankhara ¿dónde estass...?

Tierra inerte de sombras emergentes,

sombra de luna en  horizonte abandonado.