sabor a lágrimas
Agua de sal brota a su antojo
secando un viejo camino,
un rumbo ya viejo en el ólvido
encanecido por su lamento
encontró mis perdidos pasos
con una verdad escondida,
y ahora retoma mis secos aromas,
cómo si al fín
un bello poema viviera,
recuerdo a las silenciosas sirenas
acompañar con su arpa
mis arboles caidos,
¡al oeste de mi horizonte
hay un viejo lago de sal !
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