NO TE OLVIDE (2)
NO TE OLVIDÉ (2)
¿Qué más da? Todo es una mierda. ¿Qué importa que no lo hiciese yo, si yo quiero pagar la pena?
Nadie sabrá nunca lo que ocurrió, nadie, excepto yo. Jamás hallarán la respuesta que buscan, y sin embargo se conforman con cargarme el muerto.
La gente que estaba allí no se dio cuenta de nada; de repente todos parecían muertos y el médico forense firmó el parte de defunción casi nada más llegar.
Sus cuerpos inertes no me impresionaban, sus miembros rígidos y azulados no me asustaban, ya no se levantarían contra nadie, ya no volverían a golpear.
Cuando les extraje la sangre de sus corpulentos cuerpos, supe que yo les estaba matando, su sangre latía aún caliente.
No sé como la policía tuvo tan claro que yo era la culpable.
Paulino permanecía totalmente ajeno a todo, probablemente no se dio cuenta de nada; él estaba en el suelo cubierto de sangre, fue el primero en ser recogido por las ambulancias del SAMUR. Los otros fueron detrás totalmente embalsamados en bolsas del color del papel de aluminio.
La gente se empezó a dispersar, y tan sólo quedaron unos pocos que fueron escogidos por la policía al azar para que testificasen.
Nadie sabía cómo podría haber ocurrido.
¿Cómo explicar que cuatro personas, en medio de la paliza salvaje, que le estaban propinando a Paulino, de repente cayeran muertas al suelo, sin que nadie les tocase, sin tener signo alguno de intoxicación ni siquiera un rasguño en su cuerpo?
¿Sí nadie se les acercó, que pudo pasar?
No lo saben, pero da igual, tienen un culpable.
¿Qué más da quien fuese?
Ellos están muertos y enterrados. Paulino salió airoso del percance y sigue su vida.
Y yo…, Yo estoy en la cárcel.
0 comentarios