bajo el magnolio
Nunca se atrevió a frivolizar con la muerte, pero le habían fijado una cita. Ahora, bajo tierra no era facil pensar, aprisionado entre tierra húmeda y las raices del magnolio del jardín. Quería recapitular los espacios que le faltaban de esta historia. Lo último que recordaba era una cena tranquila con Rose en el salón. Nada especial, el silencio monótono de todos los días, cuatro comentarios, por empezar una conversación, y la voz cortante de ella dándoles fin una y otra vez. No llegaba ni a recordar si había terminado la cena y se había posado en su butaca orejera, como cada noche para fumar y leer antes de la hora de dormir.
Lo que tenía era un fuerte dolor de cabeza, que no sabía como aliviar dada su situación.
En eso estaba cuando sonó su movil. Sonó y sonó, él impotente, y al terminar su melodía fue cuando estuvo realmente muerto.
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